Para entender el mercado del acero y su dinámica, es de gran importancia entender el gran desfase entre el consumo de acero del país y su producción local de acero.
El acero tiene dos grandes familias: productos planos y productos largos. Esta división está dada por la manera como se producen, tenemos entonces siderúrgicas especializadas en la producción de aceros planos y siderúrgicas especializadas en la producción de aceros largos.
Las siderúrgicas de aceros planos suelen ser más grandes y exigen mayores inversiones, usualmente se trata de siderúrgicas integradas (cuya materia prima principal es el mineral de hierro) que producen el acero en un alto horno y luego lo pasan por una colada continua para fabricar planchones. Estos planchones son laminados y enrollados en el producto denominado: lámina HR.
En cambio, las siderúrgicas donde se producen aceros largos suelen ser más pequeñas y usualmente se trata de siderúrgicas semi integradas, es decir que su materia prima es chatarra reciclada.
En Colombia la totalidad de las siderúrgicas locales (domiciliad as en el país) son fabricantes de productos LARGOS (varillas, perfiles angulares,
alambrones)
Así pues, Colombia no tiene ninguna producción de acero para la elaboración de productos planos directamente en la siderúrgica. En Latinoamérica solo Brasil, México, Venezuela y Argentina tienen alguna producción de productos planos, y de manera relevante hoy en día solo Brasil y México.
Por esta razón estamos sujetos al vaivén de los precios internacionales y adicionalmente a las variaciones del dólar frente a nuestra moneda local.
Pero no siempre fue así, durante muchos años Acerías Paz del Río la única siderúrgica integrada en Colombia, fabricó planchones y láminas HR en su instalación industrial en Belencito, Boyacá. Sin embargo, a mediados de la primera década del siglo XXI, Acerías Paz del Río cerró definitivamente su producción de lámina HR dejando al país sin producción de aceros planos.
Claro que ya desde hacía varios años, la producción dejaba mucho que desear y era altamente ineficiente por su bajo volumen y el atraso tecnológico de sus equipos.
Unos años después de que esta empresa fuera adquirida por el grupo Votorantim (su actual propietario) y en asocio con la empresa Acesco, en 2008, presentó un proyecto para construir una nueva siderúrgica en la costa atlántica, moderna y capaz de suministrar aceros planos al país. El proyecto fracasó cuando el Gobierno no pudo garantizarle suficiente gas y allí terminaron nuevamente las expectativas de contar con una producción eficiente y capaz de atender la creciente demanda de aceros planos en el país, que hoy en día es atendida 100% con importaciones desde diferentes lugares del mundo.
Los cambios que se dan en el mercado del acero actualmente con incertidumbre en el suministro, escasez permanente y gran volatilidad en los precios, muestran las dificultades de depender completamente de las importaciones y el enorme esfuerzo que hacemos los importadores por mantener un stock a la mano de todo tipo de usuarios en toda la geografía nacional.
Fuente: Agofer